Nuevo mes, nuevo reto: escribir la carta que nunca escribimos. Parece una redundancia, pero no, no lo es. A veces rebuscando en tus cuadernos encuentras mil inicios de cartas a personas que han sido importantes para ti y que, por ello, has querido decirles algo que también era importante para ti pero, al final, no has dado con las palabras adecuadas, el sentido perfecto, la intención verdadera. Y tachas, una y mil veces, enfadado, pensando que otro día llegará y traerá nuevas y adecuadas palabras para tu carta. Pero no, muchas páginas, días y meses después, sigues sin decir aquello, y acaba por atragantarse en tu bolígrafo, en tus dedos.
¿Por qué no lo acabas aquí? Te invito a que escribas aquello que no pudiste. Seguro que hoy encuentras las palabras, años después de esos intentos, porque has perdido el miedo a decirlo, o el enfado que sentías. Ahora sólo es contar, hasta donde quieras, inventando al otro porque el inicial ya se ha ido, porque ya no le importa.
¡Anímate! Estamos esperando para leer lo que nunca pudiste escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario