Lleva días vagando sin rumbo fijo entre árboles, en busca de un beso que
cure su piel más bien pegajosa, que ya arrastra parte del bosque.
De pronto le sorprende una melodía, sigue el sonido y ¡ahí está! Lo ve en todo su esplendor, es alegre, canta, salta y le invita a acercarse.
Por fin lo ha encontrado, la bella salamandra se lanza hacia el sonriente arroyo que la envuelve con sus dedos húmedos y ella se sacude de todo lo que se le ha pegado en su viaje.
Se funden en un beso de vida.
De pronto le sorprende una melodía, sigue el sonido y ¡ahí está! Lo ve en todo su esplendor, es alegre, canta, salta y le invita a acercarse.
Por fin lo ha encontrado, la bella salamandra se lanza hacia el sonriente arroyo que la envuelve con sus dedos húmedos y ella se sacude de todo lo que se le ha pegado en su viaje.
Se funden en un beso de vida.
Precioso relato lleno de poesía. El beso de la naturaleza repleto de vida renovada, sacudiéndose de todo lo que sobra; y beso de vida también porque la salamandra busca el agua de los arroyos para parir sus crías. Qué bonito, Belén
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