Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

jueves, 28 de noviembre de 2024

05. Once mil días, redondeando. Alicia del Caz López

                                                 Para Paquita, mi madre, a la que necesito hablar con poesía

Casi treinta años de tormenta,

once mil días,

redondeando.

Cientos de rayos cayeron.

Y desde tu barquita pequeña,

tu robusta barquita,

mirabas al Cristo del brazo roto

y suplicabas,

pero nunca cesaba la tormenta.

 

Los primeros rayos atravesaron tus piernas,

primero una,

irremediablemente también la otra.

Aquellas que echaron carreras

en las calles empedradas de El Barco,

Aquellas que se movieron ligeras

para llegar a tiempo tantos años,

Aquellas que balanceaban niños,

"aserrín, aserrán",

Aquellas, se congELAron.

 

Siguieron tus manos,

las que cosían,

las que peinaban,

las que educaban y cocinaban,

las que agarraban manos.

De nada sirvió rebelarse,

se congELAron.

 

En algún momento

el temporal arreció

y ese hablar veloz de niña

que causó furor en tus mayores,

esa voz que regañó y que consoló

y que tantas cosas había enseñado,

quedó atascada entre tu garganta

y tu lengua rígida,

también congELAdas.

 

Un día dijiste

que un rayo se había clavado en tu cabeza.

Qué tontería.

Pero vimos tu frente congELAda.

 

Casi treinta años de tormenta,

once mil días,

redondeando.

Cuando desde tu barquita pequeña,

tu robusta barquita destartalada,

ya ni mirabas al Cristo del brazo roto,

él al fin te miró

y llegó la calma.

miércoles, 27 de noviembre de 2024

04. La nana de noviembre. Julián Rumbero.

Vicenta está de los nervios por culpa del caló. Más de cincuenta años en Asturias y su lenguaje sigue salpicado de luces del Sur.

Noviembre está de playa, dijo el lunes, pero el martes, cuando paseaba al señor Spock, se quejó del fresco. Pa que luego algunos nieguen el cambio climático, refunfuña.


Mi hermana y yo crecimos con ella mientras nuestros padres trabajaban. Le insistimos en que se tome los días con tranquilidad. Noviembre es un mes extraño, suelos de hojarasca, sol pijoso, árboles que desnuda el aire, noches cálidas, rocío, las primeras nieves, y cierto desorden de las costumbres. ¡Ahora les ha dado por encender las luces de Navidad un mes antes de Nochebuena!, protesta, aunque tambien los polvorones aparecieron mucho antes, y maliciosa se zampa uno.


Vicenta prefiere los de limón y nosotros lo acompañamos con un chocolate calentito, como ella preparaba. Noviembre es un mes de transición. Un tiempo de resistencia, pero también de ternura. Como Vicenta, una sombra del arce, un murmullo del mar próximo que aquí vio por primera vez, cuando dejó atrás encinares y cigüeñas negras. Cuando descartó que sus cenizas reposaran en el mar, ¡quita niño, que el agua mu fría en estos andurriales!, nos dijo que querría volver a uno de esos campos y mezclarse con la tierra, entre las olivas. 


Se lo prometemos mientras canta una nana de allí con la que nos dormía al amparo de la Luna o de las nubes.


lunes, 25 de noviembre de 2024

03. Cristales rotos. María Hita

¿Alguna vez os habéis sentido culpables por tener un gusto morboso? Yo si, bueno, no lo tengo, lo tenía. Llegó a formar parte de mi rutina diaria, era pura satisfacción, rompía los cristales, amaba romper las ventanas de las casas. Era un pueblo pequeño, con un pasamontañas, guantes, y otros críos gamberros en el pueblo es fácil salirte con la tuya, incluso rompí la ventana de la casa de mis padres para que no sospecharan de mi. Con el paso del tiempo, dejé de hacerlo, específicamente, paré de romperlos cuando tuve mi propia casa. Es preciosa, una casita rural que destaca por su antigüedad, con una hermosa chimenea que a cualquiera le fascinaría. Pero alguien ha roto los cristales, y sé perfectamente quién ha sido, lo sé porque yo rompí los suyos, y él me ha descubierto. Podría reparar los cristales, pero sería mucho dinero, y sé que él los volvería a romper otra vez, tampoco puedo llamar a la policía, porque yo se los rompí primero, y él lo sabe, esta es su venganza. Ahora tengo que irme de esta casa, de mi casa, fue un error, un error del pasado, juro que me arrepiento pero ya no lo puedo cambiar, espero que no encuentre mi nueva casa, ni siquiera me he podido quedar en mi país natal, así quizás esté a salvo, así podré ver a través de mi ventana, a través de un limpio y gran cristal.

 

martes, 19 de noviembre de 2024

02. In blues (Parte 2). Santa

      Paula espera a que Mike de siente a leer con la espalda apoyada en el escaparate. 'Seda' de Baricco, 'Los años' de Ernaux, y 'Historia de detectives' de Juan Marcé.

   Fantasea con ser la protagonista de 'Pura Pasión'; ser una Annie que espera en ropa interior, mirando por la ventana, a que suene un timbre, se abra una puerta y aparezca X; que la arrase desnuda, que destruya la monotonía de un cuerpo sin otoño. 

      Cada noche, al leer los poemas de Peri Rosi, piensa en los ojos de Mike, sumergidos en el mismo mar de palabras. Imagina ser un libro para sentir sus manos pasando por su cuerpo como hace con  las páginas.

      Por sorpresa, hoy sale, y en vez de leer, enciende un cigarrillo. Ella piensa en ser el humo. Un haz de luz reflejado en la ventana de Paula lo deslumbra, al mirar hacia el primer piso ve a Paula con los prismáticos en la mano. Desnuda, cubierto su cuerpo por un visillo gris. Mike Sonríe, y saluda con el cigarrillo en su mano.

      Suena la alarma de la lavadora. Jolie Holland canta:'The living and the dead' en la alcoba.

 What's that black smoke rising, Jack?

Is the world on fire?

What's that distant singing? Is it a heavenly choir of

The living and the dead.

01. In blues (Parte 1). Santa

      Una mujer mira detrás del visillo a los bajos de su pequeña calle. En frente, hay una frutería de un pakistaní, una barbería de un ecuatoriano, un chino, el bar de Juanki y una lavandería; también del chino.

      Ya no aguanta más en la cama. Las hayas han teñido de ocres rojizos la acera, igual que la portada del disco 'Bad Girl' de Lee Moses que suena en el tocadiscos.

      Observa a la gente de la lavandería, las máquinas lavan la ropa por tres euros, miran su móvil, teclean frenéticamente en el móvil o ríen con los auriculares puestos. Así día tras día, semana tras semana.

      Hay un hombre que lee mientras su ropa se lava. Paula coge unos prismáticos. El hombre saca la ropa interior de color negro, vaqueros, unas camisetas verde claro, unos pantalones blancos (que parecen de pintor) y activa el lavado.

      Semana tras semana, va descubriendo entre blues, la imaginada vida de Mike.

 ´Bad girl, love is a mystery, never can be explained by anything, but I believe one of these days, the whole world will understand, what my heart feels, my lips must confess'.

(Niña mala, el amor es un misterio, nunca puede ser explicado por nada, pero creo que un día de estos, el mundo entero entenderá, lo que siente mi corazón, mis labios deben confesarlo).

Noviembre: calma, bonanza, escampada, serenidad, apacibilidad

Continuamos nuestro viaje con la tranquilidad de noviembre. El otoño comienza a envejecer y cada vez más hojas tapizan los suelos. Nuestros paseos huelen y suenan  como si anduviéramos por las copas de los árboles, como si nos moviéramos por sus ramas.

Este mes toca descansar, toca serenidad, bonanza, calma. En diciembre volveremos a la actividad frenética de las Navidades, de las reuniones con amigos y familia, al desmadre de las vigilias divertidas.

Y aquí os esperamos, para leeros y acompañaros en esta aventura literaria que hacéis vosotros, para vosotros, para todos nosotros.

Nos leemos.