Bienvenidos a mayo, el mes de las flores, los nidos y el trigo verde. Las cigüeñas comparten prados con las vacas y, mientras estas pastan, se comen las ranas, los insectos zumbadores, las lagartijas que pasean tomando el sol. Las flores tapizan cualquier espacio, por pequeño que sea y solo los alérgicos tienen miedo a salir de casa a pasear por el campo y a respirar el aire lleno de aromas y polen.
Aunque hasta el 40 de mayo no nos quitaremos el sayo, empiezan los días largos y veraniegos, días de paseos, granizados, helados y horchatas acompañados de buenas conversaciones y gente querida. Estamos a la puerta del verano. Disfrutemos del frescor de sus umbrales.
Mientras, nos leemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario