Será el aire de octubre, pensó Serafín. Arremolina las palabras de Antonio, Rosa, Alejandro, Belén y Alicia. Entonces grita ¡ojalá haya más voces! Como está solo en ese momento nadie puede acusarle de científico chalado. Al leerlos sonrió. Piensa que esas voces son el antídoto del silencio de las mascarillas que nos disfrazan.
Juan también está solo, porque Merche, su compañera desde hace muchos años, está intubada, boca abajo, inconsciente y sola. En estos tiempos, a Serafín le parece que todo el mundo está solo. Acostumbra a leer el blog de microrrelatos de la asociación donde colaboran estos vecinos. Debe ser como una comunión porque ausente la mujer parece que el hombre es incapaz de juntar dos palabras. Merche tiene sonrisa de mar y la de Juan le recuerda el perfil de una barca. Fue un microrrelato escrito al alimón pero en Adela no cree que lo sepan.
Pasó su cuarentena, dos PCR negativos y ya sale a por el pan. Es lo único que come y en el portal bromea con que tiene cara de hogaza.
Serafín, cinéfilo de comedias y musicales, se apresura en bata y a lo loco, con las muestras en las probetas que centrifuga y jalea. Para llegar a tiempo al menos con Juan y vencer a ese déspota aun escabullido en los laboratorios.
Hoy trabajará más. Como sigue solo grita de nuevo. ¡A la orca la llamaré Adela y te tragará monstruito! Te perderás en el limbo. ¿Crees acaso que podrás con nosotros?
Gracias, Julián, por recordarnos que detrás de cada lectura hay una vida, una experiencia, una excusa para seguir viviendo. Has tejido el blog con la vida. Sencillamente, gracias.
ResponderEliminarLas cosas importantes son las sencillas de cada día...
ResponderEliminarSerafín debe estar contento al ver este mes el blog tan activo ;)
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