¡Ya estamos en octubre!, ¡cómo pasa el tiempo! El otoño está empezando a colorear los bosques y las borrascas a alimentar los embalses y ríos, que falta hace, aunque sería mejor que se lo tomara con calma, en lugar de soltar cantidades enormes de agua de una vez.
Os proponemos buscar en el trastero. En mi caso, por ejemplo, compré un piso y no me dijeron que había trastero hasta que, después de las escrituras, me entregaron las llaves definitivas. Fue entonces cuando subí al último piso y, debajo del tejado, descubrí un pequeño espacio abuhardillado lleno de cuadros en el suelo. Los limpié, los colgué en las paredes y ahora tengo un museo del Prado para mí sola. A lo mejor son joyas artísticas y podría venderlas y ser rica, pero prefiero que sean mías y seguir con mi vida sencilla y feliz. Mientras tanto, hago puzles rodeada de cuadros de paisajes y bodegones, en una mesa enorme que puse en el centro, debajo de la ventana.
¿Qué habéis encontrado vosotros? Seguro que en la casa del pueblo hay recuerdos que hacen revivir vuestra infancia al detalle. Contadnos, y revivimos juntos.
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