Me suena que fue el ruso Yuri
Gargarín el primer astronauta que salió al espacio y dio vueltas
alrededor de la Tierra. ¡Menuda excursión! Para mi corta inteligencia, creí
entonces y sigo pensando lo mismo ahora, que es una verdadera locura.
Hablar sobre astronomía
o el espacio significa hablar de distancias impensables y de incalculable
gastos...¡Con lo bonito y sano que es caminar por el campo, sentir cómo
los pulmones se llenan de aire limpio, oler a pino, romero, tomillo, ver el
baile de las amapolas entre los trigales que suavemente se balancean...! ¡Es una
gozada!
Como estamos en tiempos de
urnas, doy mi voto a los viajes en tren o en el coche de San Fernando, unos
ratos a pie y otros andando.
AVISO PLANETARIO:
Reserve su plaza, visite la Vía Láctea: la estrella
más cercana 800.000 años luz...
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Almudena: en el espacio no hay olores, ni aire limpio, ni tomillo, ni romero. Sólo enooooormes distancias y tamaños que nos convierten en una mota de polvo. Yo también me quedo en la tierra viajando en tren. Genial microrrelato, como acostumbras. Un abrazo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con los pies en la tierra y en orbita si, pero en la orbita interior. Esplendido, reflexivo y con un final digno de la campaña electoral.
ResponderEliminarYo creo que también le voy a dar mi voto al mismo partido que Almudena, pues estoy empezando a estar cansado de tanta realidad virtual, olvidando, a menudo, el placer de las cosas sencillas y naturales. Un buen relato.
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