“Tienes una autoestima penosa”. Así me lo dijo. Contundente, directa, como es ella. Y… "¡No puedes seguir así papá!”. Te aseguro que me empecé a poner nervioso porque esa frase era el pistoletazo de salida de una buena bronca…” Ya está bien de hablar con las muertas”… ¡Hala, en picado, al grano, como el pájaro lanzándose a las semillas!... “¿Te crees que no lo sé, te crees que no te oigo cada noche susurrarle a mamá, a veces, también, hasta a la abuela?” “Por Dios, papá, sal y habla con los vivos”… ¿Hablar con los vivos? ¿Qué vivos?... “Eres un pusilánime y te rindes fácilmente. Vale que cinco citas fallidas desanimen a cualquiera pero tal vez debieras enfocarlo de otra manera. Aprende, papá, aprende de lo que no sale bien”…
Vaya hija que tenemos Teresa y vaya veinticinco añitos más bien puestos que tiene la niña. Claro, que es clavadita a ti. Si entrara ahora mismo por la puerta y me viera hablando solo… bueno…contigo…Pusilánime, Teresa, me llama pusilánime… Sería mejor que le hiciera caso y empezara a hablar más con los vivos ¿tú qué opinas Teresa?
Pues qué voy a opinar, si aquí no dice nadie ni mú, si no fuera por ti, menuda tristeza. Pero te voy a contar un secreto, la niña, a veces, también habla conmigo. Lo mismo piensa que soy una egoísta por no dejarte ya vivir en paz con los vivos, no se, quizás tenga razón, ¿Qué opinas tú?
ResponderEliminarPues qué voy a opinar, Teresa, que ni tú con tus muertos ni yo con mis vivos estamos tan a gusto como entre tú y yo.Y, a sabiendas de que la niña también habla contigo...Bueno es saberlo...¿ Qué malo hay en las conversaciones inter mundos?
EliminarHay veces que los vivos están más ausentes y distantes q los que ya viven en nuestros recuerdos. No es el caso de esa magnífica y empatica hija. Muy bien dibujados y narrados los vivos y la ausente. Estupendo relato
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, realmente las demás tienen una gran rival que no se lo pone fácil. Pero me ha encantado también las aportación fuera del relato, que hacen que la historia siga viva, y es que quién no ha tenido conversaciones inter mundos? Enhorabuena Carmen.
ResponderEliminar¡Qué sabrán los demás de lo que nos hace felices! Todos tenemos fantasmas, todos necesitamos fantasmas que nos llenen, nos acompañen. A veces, entre los vivos, no encontramos a nadie que nos iguale, con la que no sentirnos solos. No hay nada malo en la conversación intermundos, como dices. Gracias por estar aquí.
ResponderEliminarUna conversación muy bonita Carmen... Yo no lo he conseguido... será porque estudié ciencias...
ResponderEliminarA ver si aprendo de vosotras...
Por cierto 3ª vez que no me deja publicar bloguer... da error...
Bs