En la fiesta de San Juan, Tomás se adentra
en el bosque a media noche. Siempre se para en un prado donde no crece
mucho la hierba y los árboles están apartados; desde uno de ellos mira
insistente, con ansiedad, queriendo ver algo.
Llevo cincuenta años persiguiéndolo, temiendo que pueda cometer una locura. Estábamos con la pandilla cuando Lucía desapareció, tenía quince años, y se había enamorado locamente de Tomás, como todas en algún momento de aquel frenético verano, de hormonas revueltas, vacaciones en la aldea y que señalaba el inicio de las fiestas de la comarca.
Así que este año lo seguí también, y a la luz de la luna llena pude ver como unas hadas y otros seres bailaban y cantaban haciendo un corro de luces; en el centro estaba Lucía, igual de deslumbrante que a los quince, feliz; el tiempo no había pasado por ella. Recordé a mi abuela y sus historias acerca del solsticio de verano y el Anillo de Hadas.
Lucía salió del cerco al oír la llamada llena de esperanza sin fisuras de Tomás.
Me tembló el cuerpo y el alma al verla envejecer en un abrazo.
Llevo cincuenta años persiguiéndolo, temiendo que pueda cometer una locura. Estábamos con la pandilla cuando Lucía desapareció, tenía quince años, y se había enamorado locamente de Tomás, como todas en algún momento de aquel frenético verano, de hormonas revueltas, vacaciones en la aldea y que señalaba el inicio de las fiestas de la comarca.
Así que este año lo seguí también, y a la luz de la luna llena pude ver como unas hadas y otros seres bailaban y cantaban haciendo un corro de luces; en el centro estaba Lucía, igual de deslumbrante que a los quince, feliz; el tiempo no había pasado por ella. Recordé a mi abuela y sus historias acerca del solsticio de verano y el Anillo de Hadas.
Lucía salió del cerco al oír la llamada llena de esperanza sin fisuras de Tomás.
Me tembló el cuerpo y el alma al verla envejecer en un abrazo.
Qué bonita historia, Valentina. Mira que es difícil hacerlo mejor, pero cada mes lo consigues. Veo las luces mágicas del anillo de hadas cada vez que lo leo. Un abrazo.
ResponderEliminarA ver si el Anillo de Hadas hace algo conmigo... Aunque sea que me crezca un poco el pelo... del cerebro...
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