En una mano la maquinilla de afeitar, la otra estirando la piel
arrugada, un recuerdo de juventud le transportó a una nostalgia de
cuello terso y musculoso, en el pasillo se oía la risa de su nieto, en
ese momento todo se hizo presente, notando cómo fluía la sangre por su
torrente sanguíneo con cada pulso del corazón, y el diafragma empezó a
vibrar, surgiendo la risa, al notar la sorpresa de su actual relativa
juventud.
Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!
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Sí señor, también nuestra vida se desparrama en los que vienen detrás, en aquellos en quienes depositamos nuestras ganas de renacer. Muy acertado, Antonio.
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