Hay oficios que se fueron. Su mirada perdida mientras ofrecía una copa y apretaba los dientes fue toda una revelación que el artista no pudo imaginar. Y sin embargo hoy se pasea en la playa un hombre enjuto con un botijo. La sombra oscura de su cabello y un tres cuartos de pana con muchos años de uso bajo el que luce una espléndida camisa de nieve, se dibujan cerca de la orilla con la frontera del mar y del cielo a su espalda. Una joven que no pierde de vista las carreras de un galgo, disfruta de esa bondad y muestra su sorpresa. ¿Quien tiene sed en noviembre? Eso no importa pequeña, siempre necesitaremos beber y el aguador es como el mar que regresa siempre.
Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!
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Buen relato costumbrista de personajes que ya se fueron, pero que para los más mayores, todavía recordamos. Un abrazo y sigue escribiendo
ResponderEliminarSiempre necesitaremos un buen relato que calme la sed de leer algo interesante...
ResponderEliminarGracias por clamar la sed.