Empezamos el otoño con sus colores, sus cielos grises, sus paseos alfombrados de hojas. Es imperdonable quedarse en casa viendo la televisión en una estación así de plena, pero, mientras paseamos, ¿por qué no recordamos nuestras vivencias asociadas a los grises de los canales UHF y VHF? Solo teníamos dos, pero fueron suficientes para que las primeras películas nos llenaran la imaginación de mundos increíbles; para poner la luna a nuestros pies; para que Tarzán y Sandokán hicieran de las suyas.... ¡Cuántos recuerdos y cuánto alimento para nuestra fantasía!
¿Jugamos a revivir? Pues pongámonos a ello, porque como dice Mario Benedetti "Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”.
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