Ese café que quedó pendiente lo tomaremos algún día… allá, entre las estrellas. Sabré dónde encontrarte, serás la estrella más luminosa y tu sonrisa la más clara y auténtica, porque tú brillabas con luz propia.
Estarás escribiendo esos relatos que tanto nos emocionan y que nos ayudan a ser un poco mejor cada día. De alguna forma nos los harás llegar…, aquí, a este espacio escarbado en la nada y sustentado con las historias suspendidas en un rincón del tiempo, alimentando corazones deseosos de escucharlas. Quizá estés con Juanjo y con tantos otros que nos dejaron por esta cruel enfermedad: a la carrera, montando otro rincón literario, libres de las ataduras de lo físico.
Desde ese rincón a este rincón hay una puerta mágica que nos conecta a través del tiempo sin tiempo; donde las barreras humanas dejan de existir y gravitan misteriosos los recuerdos, la imaginación, los buenos sentimientos, el optimismo, la ilusión: el corazón profundo que no para y nos acerca ante la necesidad que tenemos de amar; afortunadamente, eso nunca muere.
Porque tú has amado la vida… permíteme citar a Quevedo:
“Polvo serán, mas polvo enamorado.”
Seguiremos andando cada cual nuestro camino, pero el recorrido será menos solitario por el hecho de haberte conocido. Todo es fugaz, pasajero; pero valioso y necesario.
Ha sido un honor compartir contigo, Vicky, ese maravilloso libro de cuentos. Otro sitio más para admirar tu tesón, tus ganas de vivir hasta el último momento. Has escrito unas historias llenas de encanto que llevaré siempre junto a mí, y me recordarán lo valiente que has sido frente a la vida.
Dedicado a Vicky.
Con lo "duro" que soy yo, Valentina, al final has logrado emocionarme. Recuerdo que el miércoles pasado sujetaba el teléfono, junto a la oreja de Vicky, mientras charlabais d e vuestros proyectos literarios y encuentros de café. El destino quiso que aquella conversación, junto con la de nuestro querido Ramón minutos más tardes, fueran las últimas llamadas que atendió antes de descansar en Paz.Todos las que la conocimos fue en cierta manera un empuje y soporte increíble en nuestras vidas. No me extraña que la añores, Valentina, pero quédate con el ejemplo que nos dejó de valentía y saber gozar de cada segundo de la vida. Un fuerte abrazo y nos vemos el 13 de Junio en la carpa de la Feria, donde podremos rendirla un bonito homenaje. Ya sabes que te llevaré d e la mano y juntos diremos lo que nos salga del corazón..
ResponderEliminarAhí estaremos, Antonio. Un fuerte abrazo.
EliminarValentina, me he emocionado hasta el tuétano con el homenaje que le has escrito a Vicky.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y tu sensibilidad, Valentina.
Valentina, entiendo perfectamente que Vicki fuera amiga tuya, y que te quisiera tanto. Eres increíble y tu afecto, necesario. Gracias.
ResponderEliminarSeguro que se estará partiendo de risa después de vernos cantar a todos... Ayer.
ResponderEliminarY estará ansiosa porque Rosa publique nuestros micros para seguir sonriendo...
Beso grande como tu corazón Valentina.
PD.- Y para todos los que zascandileámos por aquí.