En el río un insecto zapatero (Gerris lacustris), remaba con
sus patas a contracorriente, el fondo ondulante con cantos rodados y algas.
Cogió el móvil y se puso grabar.
Cuando estaba casi rozando el agua, sin pensarlo dos veces, lo sumergió lentamente.
El agua estaba fría, a los ocho segundos sacó el iPhone igual de lento que hizo
al sumergirlo.
Sesenta segundos de grabación que
compartió por whastapp con Joan Manuel. Al verlo, sentado en su silla de
ruedas, le pareció como si nadase entre aguas bravas, para luego bucear en el
agua dulce del río donde las burbujas de aire jugaban alrededor de las piedras
de colores y plantas acuáticas.
Cuando terminó el video tuvo la
sensación de estar empapado de agua.
Solía recibir vídeos grabados por
Rodri. Fotos en las que aparecía un perrín en primer plano y luego un cielo
esculpido de azul que era conquistado por un ejercito de nubes recién
levantadas cargadas de sueños.
El mismo azul con nubes cargadas
de blancos que brillaban en verano mientras desayunaban en la terraza del bar,
un zumo de naranja, la tostada de pan con tomate y un café; para terminar la
jornada en la oficina. Diez años juntos, compartiendo sus vidas; con sueños y
pesadillas que el tiempo hizo realidad.
Ahora, ya jubilados, Rodri sabe que nada le falta a Joan Manuel. Quizás una sonrisa, la que intenta rescatar contando con imágenes la anécdota del día. Remar con una sonrisa es más fácil.
“Remar con una sonrisa es más fácil “…bella prosa, sutil poesía…Gea
ResponderEliminarGracias quería decir
ResponderEliminarQué bonito el relato, me ha transportado a mi infancia en mi pueblo, recordando los zapateros en el río. Gracias!!
ResponderEliminarDisculpas por estar desaparecido tanto tiempo… Gracias por los comentarios lo primero.
ResponderEliminarOs recomiendo “Los años “ de Annie Ernaux. Bs